Cuando en el país de apenas 21 mil kilómetros cuadrados ruedan cerca de 1,7 millones de unidades, la importación de nuevos automotores ayudará a abarrotar calles y carreteras para hacer del tráfico algo infernal, según observadores y residentes.
Un estimado de José Roberto Renderos, gerente regional de Nissan, al Diario El Mundo indicó que la industria cerró en 2023 con más de 22 mil unidades nuevas vendidas, a pesar de la escasez de cuotas por saturación en las fábricas y las demoras en las entregas debido al congestionamiento en la red logística.
Para 2024, “el panorama es más favorable porque hay liberación de inventario, esperamos que el año sea muy importante, un 15 por ciento adicional de lo que fue 2023”, señaló.
Renderos explicó que la demanda se mueve más hacia los pick-up, mientras que los sedanes son un “segmento que está por desaparecer” en las ventas de nuevas unidades por la férrea competencia con el ingreso de vehículos usados.
En ese sentido, los pick-up liderarán las ventas en 2024, un sector que representa un 14.10 por ciento del parque vehicular de El Salvador con más de 244 mil 300 unidades registradas ante el Viceministerio de Transporte (VMT).
Debido al embotellamiento y congestionamiento del tráfico, un estudio indicó que el salvadoreño demora como promedio 87 minutos en llegar de su hogar hasta el centro de trabajo o lugar donde se traslade en la capital San Salvador.
En la actualidad el gobierno estudia alternativas de transporte en la capital del país, incluida la construcción de un monorail que ayude a descongestionar el tráfico vehicular.
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