En una comparecencia ante la prensa, el titular de la ONU consideró sin precedentes el alto número de víctimas y las condiciones humanitarias catastróficas en el enclave, el destino de los rehenes y las tensiones que se extienden por Medio Oriente.
Existe una solución para ayudar a abordar todos estos problemas: necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato, garantizar que llegue suficiente ayuda a donde se necesita y facilitar la liberación de los rehenes para sofocar las llamas de una guerra más amplia, enfatizó.
Cuanto más largo sea el conflicto en Gaza, mayor es el riesgo de escalada y de errores de cálculo, dijo además.
Más de 100 días después de los ataques de Hamas en territorio israelí, nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino, remarcó el máximo responsable de la ONU.
La agresión contra Gaza por parte de las fuerzas israelíes ha desatado una destrucción total y niveles de asesinatos de civiles a un ritmo sin precedentes durante mis años como secretario general, aseveró.
En este contexto, Guterres insistió en la necesidad de que las autoridades israelíes garanticen la seguridad de las operaciones humanitarias y menos impedimentos para el acceso.
Los obstáculos a la ayuda son claros y han sido identificados no sólo por la ONU, sino por funcionarios de todo el mundo que han visto la situación por sí mismos, aseguró.
Al mismo tiempo, recordó la expansión de las tensiones por los territorios palestinos ocupados, el Mar Rojo y la frontera entre Líbano e Israel.
Es mi deber transmitir este mensaje simple y directo a todas las partes: deben dejar de jugar con fuego a través de la Línea Azul, reducir la escalada y llevar las hostilidades a un punto final de conformidad con la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, subrayó el alto representante.
Mientras, el caldero de tensiones en la ocupada Cisjordania está hirviendo con una violencia intensificada que agrava una crisis para la Autoridad Palestina, añadió.
Las tensiones también están por las nubes en el Mar Rojo y más allá, y es posible que pronto sea imposible de contener, advirtió el secretario general.
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