El Sindicato de Periodistas Palestinos precisó en un comunicado que el camarógrafo Al-Ghad Al-Arabi fue la más reciente víctima mortal de la ofensiva castrense contra el enclave costero, que causó desde el 7 de octubre último más de 23 mil muertos y 60 mil heridos.
Debido al aterrador y feroz ataque contra la prensa palestina, los comunicadores en ese territorio viven en condiciones extremadamente complejas y difíciles, subrayó el texto.
Al respecto, señaló que no solo corren el riesgo de morir por las bombas y disparos, sino también sus familias.
Criticó los intentos de Israel de falsificar y fabricarlos cargos contra ellos con el fin de justificar sus asesinatos.
Asimismo, reclamó a la comunidad internacional sentar a las autoridades políticas y militares del vecino país en el banquillo de los acusados para que respondan por sus crímenes.
A principio de noviembre último, el Sindicato de Periodistas Palestinos llamó a la ONU y a las instituciones internacionales a proteger a los trabajadores del sector en la Franja.
El jefe del gremio, Nasser Abu Bakr, entregó una carta de protesta en las oficinas de Naciones Unidas en esta ciudad para denunciar los crímenes cometidos contra los comunicadores en la zona.
Según el Comité de Libertades del Sindicato, Israel lanzó ataques contra medio centenar de sedes de instituciones del sector, incluidas las oficinas de Al Jazeera, de Palestina TV, de las agencias de noticias Maan, así como de los periódicos Al Quds y Al Ayyam.
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