El rotativo informó que las autoridades israelíes notificaron a sus propietarios los planes para demoler las obras de forma total o parcial.
Fuentes locales citadas por la publicación denunciaron que los dueños palestinos recibieron órdenes de demoler sus casas en un plazo determinado o de lo contrario se encargarán las cuadrillas de la municipalidad israelí, que impondrán fuertes multas a cambio.
Habitada por unas 35 mil personas, la superficie de la Ciudad Vieja no supera el kilómetro cuadrado y está bajo un asedio total desde el inicio del actual ciclo de violencia, el 7 de octubre, señaló Al Quds.
En su informe anual sobre la zona ocupada de Jerusalén, el gobierno palestino denunció que en 2023 se demolieron 316 estructuras y se emitieron órdenes para otras 263.
En esos 12 meses, Israel aprobó 29 proyectos para la ampliación o construcción de nuevas colonias en la zona, pese al rechazo de la comunidad internacional y de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Recientemente, el investigador palestino Fakhri Abu Diab denunció que desde 1967 la vecina nación confiscó 25 kilómetros cuadrados de tierra en Jerusalén Este, 35 por ciento de su superficie total.
Unos 340 mil palestinos viven en esa área junto con 220 mil colonos, establecidos en 10 grandes asentamientos, destacó el experto.
Desde esa fecha las autoridades israelíes confiscaron más de tres mil propiedades de los habitantes árabes y expulsaron a numerosos residentes con el objetivo de ubicar a más colonos, subrayó.
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