La institución precisó en un comunicado que los militares durante sus operaciones en los territorios ocupados incautaron muchos bienes de las casas pertenecientes a las familias de los detenidos palestinos, incluidos dinero, oro, teléfonos, computadoras y automóviles.
A ello se suma la destrucción y vandalismo a que son sometidas esas propiedades durante los asaltos castrenses, subrayó.
Al respecto, citó las redadas contra varias casas de cambio en Cisjordania con el supuesto argumento de que suministran fondos para el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que encabezó la operación contra Israel el 7 de octubre último.
En ese sentido, citó datos de la Corporación de Radiodifusión de Israel, según la cual, se confiscaron 10 millones de séqueles (2,8 millones de dólares) solo en esos comercios.
El periódico israelí Yedioth Ahronoth informó que, desde el comienzo de la invasión terrestre de la Franja, el ejército israelí incautó cinco millones de séqueles (1,4 millones de dólares), subrayó.
En diciembre último, el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med) denunció también los sistemáticos robos y saqueos de viviendas cometidos por los soldados israelíes desplegados en Gaza.
La Organización no Gubernamental reportó entonces sobre una serie de casos que muestran a los militares participando y presenciando el robo deliberado de activos y dinero de civiles palestinos.
Según los testimonios recogidos por Euro-Med, los crímenes van más allá de las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas y las ejecuciones sobre el terreno.
Thabet Salim, de 40 años, narró que tras su arresto, junto a sus dos hijos, los uniformados le robaron todo el oro y dinero que tenía en su vivienda en el barrio de Zaytoun, en el sur de la ciudad de Gaza.
“La cantidad de dinero que los soldados se llevaron de mi casa vale más de 10 mil dólares (…) y casi la misma cantidad de oro de mi esposa y de la esposa de mi hijo mayor”, señaló.
Alia Al-Najjar, de 34 años, afirmó en declaraciones a la prensa que reconoció algunas de sus propias joyas de oro en uno de los vídeos publicados por los soldados.
Entre los artículos que Al-Najjar vio estaba un brazalete que compró con su primer salario de profesora.
Otro uniformado israelí aparece en un video mientras muestra un collar de plata que prometió regalar a su novia.
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