De acuerdo con una nota publicada este viernes en el sitio digital del diario Corriere della Sera, hace diez días visitó Roma el enviado especial de Washington Amos Hochstein, el cual se reunió con la primera ministra Giorgia Meloni, a quien le expuso un plan estadounidense para evitar la regionalización de la guerra entre Israel y Palestina.
En su escala rumbo a Beirut, Hochstein se refirió a la relevancia del despliegue de las fuerzas militares italianas como parte de Unifil, “en la frontera entre Israel y las zonas controladas por Hizbulah en territorio libanés”.
La importancia de la participación de los efectivos italianos de la misión Unifil radica en que los mismos mantienen abierto un canal histórico tanto con las milicias de Hizbulah como con el ejército israelí, lo que les facilita mediar en este conflicto, señala en ese material el analista Marco Galluzzo.
El plan norteamericano expuesto por Hochstein, el cual fue elaborado de conjunto con Francia, prevé ampliar al máximo la llamada Línea Azul, que demarca la frontera entre los dos estados, una especie de zona de amortiguamiento establecida por resoluciones de Naciones Unidas.
Galluzzo apunta que el asistente presidencial estadounidense, tras llegar al Líbano, propuso a Hizbulah retirar sus fuerzas al menos a siete kilómetros del río Litani, pero los israelíes tienen el objetivo de extender esa distancia hasta al menos 30 kilómetros, delicado juego diplomático en el que podría influir la intervención de Roma.
En el paquete que se está discutiendo confidencialmente, según el experto, se incluye que la retirada de las milicias de Hizbulah tendría como contrapartida el abandono por Israel de las aldeas de Kfarchouba, Ghajar y las granjas de Sheeba, al sur del Líbano.
Hasta ahora, según asevera Galluzzo, Hizbulah rechaza esa propuesta pero mantiene abierto el canal diplomático.
El pasado 11 de enero el analista libanés Ziad Nasreddine insistió en la necesidad de un equilibrio de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sesgada a favor de Israel, pues impone una zona libre de equipamiento militar entre la Línea Azul y el río Litani, mientras Tel Aviv mantiene el margen para una nueva agresión.
En tal sentido, Galluzzo señala que el contacto telefónico del lunes último entre Meloni y el primer ministro libanés, Najib Mikati, tuvo entre sus objetivos apoyar esos intentos de mediación en curso, por lo cual la mandataria subrayó la máxima voluntad de Italia de trabajar con todas las partes implicadas.
El próximo paso en esos esfuerzos podría darse con la visita que realizará a Beirut la próxima semana el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, prevista para el 25 de enero, agrega la fuente.
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