“Jugué como una mierda”, afirmó decepcionada la nativa de Lille y 27 años, barrida en el Rod Laver Arena 0-6 y 3-6 por la china Zheng Qinwen, número 15 del ranking mundial.
También en octavos sucumbió este lunes la última esperanza francesa masculina, el joven de 21 años Arthur Cazaux, aunque a decir verdad el nacido en Montpellier pudiera considerarse una suerte de luz al final del túnel, ya que en Melbourne eliminó a tenistas de mucha calidad, sobre todo al danés Holger Rune, octava raqueta universal.
Cazaux vendió cara su derrota en la cancha Melbourne Arena ante el polaco Hubert Hurkacz, noveno en el escalafón de la ATP, ganador con parciales de 7-6, 7-6 y 6-4.
Más allá de los matices, tampoco la superficie dura del abierto de Australia verá un francés en semifinales, lo cual en la isla continente ocurrió por última vez entre los hombres en 2019, cuando Lucas Pouille fue barrido por el monstruo serbio Novak Djokovic.
Si hablamos de un finalista galo, habría que remontarse a 2008, cuando el propio Djokovic superó en un buen duelo a Jo-Wilfried Tsonga.
Entre las féminas el viaje es aún más distante al pasado, hasta el 2006, que vio coronarse a una inmensa Amélie Mauresmo.
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