El jefe del Servicio Estatal de Información, Diaa Rashwan, criticó en un comunicado las declaraciones de funcionarios de la vecina nación sobre un presunto trasiego de armas, explosivos y municiones en la línea de demarcación.
Las falsas afirmaciones están destinadas a justificar su continuo castigo colectivo, asesinato y hambruna de más de dos millones de palestinos en ese territorio, aseguró.
Rashwan alertó sobre los intentos de ese país de reocupar el llamado Corredor Filadelfia, una franja de tierra palestina que corre paralela a la frontera entre Egipto y Gaza.
Esa decisión sería “una violación de los acuerdos y protocolos de seguridad firmados entre Israel y Egipto”, subrayó.
Rashwan instó al gobierno de Benjamin Netanyahu a respetar el tratado y abstenerse de realizar declaraciones que puedan tensar las relaciones bilaterales a la luz de las actuales condiciones.
En la última década hemos dedicado esfuerzos considerables a garantizar la seguridad y la estabilidad en la Península del Sinaí y a fortificar la frontera entre Egipto y Gaza, subrayó.
Al respecto, recordó que El Cairo enfrentó “importantes desafíos por los túneles utilizados para el contrabando de combatientes y armas durante el conflicto con grupos terroristas en el Sinaí de junio de 2013 a 2020”.
El funcionario hizo alusión así a la presencia de organizaciones extremistas vinculadas al Estado Islámico en ese territorio, colindante con Gaza.
Nuestra estrategia incluyó el establecimiento de una zona de amortiguación de cinco kilómetros en la frontera y la demolición de más de mil 500 túneles, reveló.
También mejoramos el muro fronterizo con el sector, extendiéndolo a 14 kilómetros y reforzándolo con una valla de hormigón de seis metros de altura por encima del suelo y seis metros por debajo, relató.
“Egipto, que mantiene plena soberanía sobre su territorio, ejerce un control total sobre todas sus fronteras nororientales, incluidas las que tienen con la Franja de Gaza e Israel”, recalcó.
Ante esa situación, consideró infundada y ridícula cualquier afirmación sobre operaciones de contrabando a través de camiones que transportan ayuda y bienes al enclave costero.
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