El rector de la Universidad de Bolívar y presidente de la Asesec, Arturo Rojas, explicó que los centros públicos de altos estudios iniciaron el año fiscal con un presupuesto prorrogado, es decir, trabajan con fondos que no tienen.
En una audiencia ante la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional, Rojas advirtió que desde la semana pasada el Ministerio de Economía y Finanzas inició una reducción de los techos presupuestarios, sin previo aviso.
Lamentó el recorte de 77 millones de dólares, pues esperaba que al menos se mantuviera lo asignado en 2023 para garantizar un mínimo de calidad.
La asambleísta de la Revolución Ciudadana, Jahiren Noriega, recordó que desde 2018 los recortes a las universidades han sido sistemáticos y no es casualidad.
Más allá de que los actores políticos en el poder busquen beneficiar a su clase, hay que nombrar el problema de fondo: políticas de ajuste estructural, promovidas por el Fondo Monetario Intencionalidad y aceptadas a rajatabla por gobiernos neoliberales, afirmó Noriega.
La joven legisladora señaló que la deuda con el Servicio de Rentas Internas del Grupo Noboa, perteneciente a la familia del mandatario, es de 89 millones de dólares y “si pagara, con eso cubrimos los recursos que le quieren recortar al sistema de educación superior”.
Subrayó que hay alternativas, no solo para el tema de seguridad, sino para garantizar derechos fundamentales, como la enseñanza de calidad.
Durante su campaña electoral, el actual presidente, Daniel Noboa, repitió que cada año unas 200 mil personas se quedan fuera de las universidades y prometió darle un cupo a cada joven, sin embargo, no dijo de dónde sacaría los recursos para financiar esa propuesta.
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