Según el organismo, las causas del problema son la falta de agua potable, lo que obliga a buscar fuentes contaminadas, y el cierre de todas las plantas desalinizadoras como resultado de la continua agresión israelí, que causó más de 25 mil muertos desde el 7 de octubre último.
La destrucción del sistema de alcantarillado y las inundaciones consiguientes, provocadas por el Ejército de la vecina nación, también desataron un desastre sanitario y ambiental, advirtió en un comunicado.
Señaló que algunas zonas sufren de falta de contenedores o de la interrupción total de los servicios de recogida de residuos, una situación que agrava el problema.
En varias oportunidades, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el drástico aumento de los casos de enfermedades en Gaza por las pésimas condiciones de vida provocada por los bombardeos y el asedio de Israel.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en su cuenta en X (antes Twitter) denunció recientemente que “el hacinamiento y la falta de alimentos, agua, saneamiento e higiene básica, gestión de residuos y acceso a medicamentos están provocando un elevado número de enfermedades”.
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