El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional yibutiano, Mahmoud Ali Youssouf, afirmó que el fallo de la CIJ es un rayo de esperanza para los 153 países que abogan por detener los ataques contra Palestina, cifra que representa el 80 por ciento de la humanidad.
Youssouf precisó en su cuenta de la red social X que esas naciones “ya no quieren un orden internacional basado en dobles estándares y en un derecho internacional de geometría variable”.
Recordó que la decisión arbitral será presentada ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, luego veremos en qué terreno moral se encuentran los países miembros: del lado del bien o del mal, no hay una tercera opción.
“Ser etiquetado como un país democrático no otorga el derecho a matar y asesinar a miles de civiles con el único propósito de realizar una limpieza étnica y apoderarse de tierras”, subrayó el canciller yibutiano en otra publicación.
Por último, agradeció a Sudáfrica por representar al mundo como la mejor parte de la humanidad y a la CIJ por defender la fuerza del derecho internacional, recordándonos a todos que «el poder no es necesariamente el derecho».
El principal órgano judicial de las Naciones Unidas se pronunció la víspera sobre el tema, luego que Pretoria acusara al Estado de Israel de tener una intención genocida en Gaza, donde más de 25 mil palestinos murieron, entre ellos mujeres y niños, y otros 64 mil resultaron heridos por los ataques de Tel Aviv desde el 7 de octubre.
La Haya está profundamente preocupada por el alto número de muertes, dijo la jueza Joan Donoghue, y añadió que se está produciendo una tragedia humana en Gaza.
Donoghue calificó de especialmente desoladora la situación de los niños en esa franja ocupada.
La CIJ exige a Tel Aviv informar en el plazo de un mes los pasos dados para cumplir las órdenes, que son de carácter vinculante.
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