Eso significa que los transportistas extranjeros pagarán lo mismo que los nacionales, 1,75 dólares por galón, mientras que el valor real es superior a los tres dólares.
El Gobierno ecuatoriano determinó ese nuevo precio para cumplir con un fallo emitido el 3 de julio de 2023 por el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina tras una demanda interpuesta por Perú.
Desde Lima señalaron que Ecuador tenía prácticas anticompetitivas al mantener precios diferenciados de los derivados de los hidrocarburos.
De acuerdo con el decreto, en un plazo de 90 días el Ministerio de Transporte y Obras Públicas junto con la Agencia Nacional de Tránsito expedirán normativas que regulen, supervisen y controlen los depósitos o tanques de combustible de los vehículos de transporte terrestre de mercancías.
La decisión llega en momentos en que la administración de Noboa evalúa una posible eliminación de parte de los subsidios a los combustibles debido a la falta de liquidez en las arcas del Estado.
El Ministerio de Economía y Finanzas señaló que en 2023 el valor del beneficio fue de tres mil 200 millones de dólares.
El secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo del Ecuador, Oswaldo Erazo, manifestó al portal digital Primicias que por el cumplimiento del fallo los gastos para el Gobierno se elevarán.
«Ahora más que nunca es urgente que el Gobierno cuide los recursos de los ecuatorianos y vaya a una focalización de subsidios», dijo Erazo.
Ya el mandatario anunció que la focalización debería comenzar en el segundo trimestre de 2024 y que sería progresiva, sin tocar el gas ni el diésel.
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