El alto representante se reúne esta tarde a puerta cerrada con enviados de 35 países y la Unión Europea, contribuidores del que es considerado el principal actor humanitario para la población civil en el enclave.
La reunión permitirá divulgar las medidas que se están adoptando para hacer frente a las acusaciones relativas a la Unrwa y a algunos de sus funcionarios, señalados por Israel como participantes en las acciones del 7 de octubre al sur de esa nación.
A pesar de que la mitad de los donantes anunciaron una pausa en el envío de apoyo a la Agencia, este martes el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, confirmó que Israel no ha entrado a la ONU el dossier con las supuestas evidencias.
“Obviamente hemos visto los informes en la prensa, pero tan pronto como recibamos algo, actuaremos en consecuencia”, aseguró el vocero al insistir que ni siquiera la Unrwa había revisado directamente la investigación compartida el viernes con funcionarios de Estados Unidos.
Dujarric consideró importante el despliegue de una investigación exhaustiva, impecable así como rápida para tranquilizar a todos sobre el trabajo de la Agencia.
Por su parte, el alto comisionado de la Unrwa, Philippe Lazzarini, dijo que la entidad encargaría una revisión independiente de su trabajo para analizar los riesgos y examinar cómo realiza sus operaciones mientras que la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de Naciones Unidas inició su propio estudio.
A la par, la Agencia lucha para sobrevivir cuando el hambre, el hacinamiento y la propagación de enfermedades amenazan a la población de Gaza.
Este lunes, una veintena de organizaciones no gubernamentales que trabajan en la Franja rechazaron la suspensión del apoyo de los más grandes donantes al recordar que se trata del principal proveedor de ayuda para millones de palestinos en Gaza y el Medio Oriente.
Entidades como Oxfam, Caritas Internacional o Aldeas Infantiles criticaron la decisión de naciones como Estados Unidos, Japón, Canadá, Australia y varios países europeos que pausaron el envío de fondos vitales a causa de la investigación.
Esto se produce en medio de una catástrofe humanitaria que empeora rápidamente mientras la población se enfrenta a la inanición, a una hambruna inminente y a un brote de enfermedades bajo los continuos bombardeos indiscriminados de Israel y la privación deliberada de ayuda, lamentaron en un comunicado.
De las 12 personas supuestamente implicadas, nueve fueron despedidas, una murió y las identidades de los dos restantes aún no se esclarecen.
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