Las estadísticas precisan que nueve de cada 10 dólares de las remesas se dedicaron al consumo, a gastos corrientes, mientras apenas el 1.3 por ciento fue utilizado en inversiones en el país.
Durante el 2023 las remesas aportaron a la economía salvadoreña cerca de ocho mil 181.8 millones dólares para sobrepasar lo que obtiene el país en exportaciones de bienes y servicios, y su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) es sustanciosa, cerca del 23 por ciento en el último trimestre del año anterior.
La cantidad que ingreso este año tuvo un alza de 4.6 con relación a 2023 y fijó un récord para las tres últimas décadas. Del total, ocho mil 076.5 millones, un 98.7 por ciento se destinó para gastos corrientes y de sostenimiento de los hogares, ocasiones especiales o gastos médicos, precisó el BCR.
Más de dos millones de personas recibieron ayudas familiares desde el exterior, lo cual acentúa el criterio de que la inmigración, tanto legal como ilegal, es la principal fuente para el sustento de muchos salvadoreños.
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