Según precisó la diplomática a la agencia de noticias Sputnik, el pasado 10 de enero, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció que su país intercambiaría con Estados Unidos la «chatarra ucraniana y rusa por 200 millones de dólares en equipamiento moderno».
«Nuestros socios conocen perfectamente las cláusulas contractuales, incluida la obligación de utilizar los bienes suministrados para los fines declarados y no transferirlos a terceros sin el consentimiento de la parte rusa», comentó Zajárova.
La vocera supuso que Ecuador «ha tomado una decisión tan precipitada bajo serias presiones de partes interesadas externas».
«Si se tratase de ‘chatarra’, como dicen en Ecuador, Washington difícilmente ofrecería a cambio equipos modernos, y encima por un importe bastante impresionante. Esperamos que en Quito sean conscientes de ello», concluyó la diplomática rusa.
Los medios de comunicación ecuatorianos informaron, citando los datos del Gobierno, que se trata de seis sistemas lanzacohetes DM-21 y seis RM-70, 34 cañones antiaéreos ZU-23-2 de 23 mm, los cuales fueron comprados en 1994 a Nicaragua.
El Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar de Rusia declaró con anterioridad que la posible transferencia por parte de Ecuador de bienes militares rusos a un tercero es inadmisible, ya que constituye una violación del derecho internacional.
En concreto, el organismo sostiene que Quito violaría de esta manera el artículo cuatro del Acuerdo entre el Gobierno de la Federación de Rusia y el Gobierno de la República del Ecuador sobre la cooperación técnica y militar del 27 de noviembre de 2008.
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