Un reporte del portal digital Primicias denunció este sábado que la mayor parte de los atrasos corresponde a los salarios de los empleados públicos. De acuerdo con el informe, el 77 por ciento de ellos está en las nóminas del Ministerio de Salud, Educación, Gobierno y Defensa.
A propósito, este viernes representantes de gremios médicos aquí alertaron sobre el desabastecimiento existente en los hospitales del país, mientras el Gobierno confirmó el pago de 273 millones de dólares correspondientes a bonos de deuda externa.
El presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, Carlos Cárdenas, reclamó al presidente Daniel Noboa cumplir su palabra en cuanto al abastecimiento de las instituciones de salud.
El líder de la Federación Médica Ecuatoriana, Wilson Tenorio, advirtió que hay una disminución del presupuesto destinado al sector sanitario y apuntó que este 2024 “recortaron más de 608 millones de dólares”.
Los profesionales de la salud señalaron en una rueda de prensa que hace dos meses hubo una reunión con el ministro de Salud, Franklin Encalada, sin embargo, no han recibido una respuesta, por lo cual exigen una cita con el mandatario.
En medio del déficit fiscal que atraviesa esta nación sudamericana, el Ministerio de Economía y Finanzas, Juan Carlos Vega, informó sobre el pago de bonos de deuda externa que fueron reestructurados en 2020.
La cartera de Estado explicó que el Estado tiene gastos superiores a los ingresos en más de cinco mil 500 millones, «monto que debe ser cubierto, principalmente, con financiamiento externo» y para mantener abiertas las fuentes de crédito internacional “es fundamental estar al día en los pagos”.
El titular del ramo manifestó que estar al día con las obligaciones mejora la capacidad del país para que, a escala internacional, le presten miles de millones de dólares.
La situación de liquidez de Ecuador es tan grave que solamente maestros, profesores, policías y militares han cobrado sus salarios del mes de enero, el resto de los funcionarios públicos tienen sus sueldos pendientes.
Para el economista Pablo Dávalos, el hecho de que en ese contexto el gobierno priorice el pago de la deuda debería ser calificado como indolencia y falta de solidaridad.
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