Los persas destrozaron los pronósticos de los expertos y se incluyeron en el match por la corona por primera vez desde 1976.
Japón salió delante en el marcador en el minuto 26, gracias al tanto marcado por Hidemasa Morita.
Sin embargo, Irán logró empatar en el 55, por intermedio de Mohammad Mohebi, y casi sobre la bocina, en el 96, sentenció la épica remontada desde el punto penal, con Alireza Jahanbakhsh de protagonista del gol.
De esa manera, Irán volvió a una gran final y quedó a las puertas de su cuarta corona en estas lides.
Anteriormente, la escuadra persa había conquistado el trono en las ediciones de 1968, 1972 y 1976.
Irán nunca perdió una final de la Copa de Naciones de Asia (ganó las tres que disputó).
Su rival en el partido por el trono saldrá del duelo entre Uzbekistán y Qatar, vigente campeón y sede del certamen.
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