A través de una declaración, la Cancillería lamentó el número resultante de muertos y heridos; y recordó que Líbano advirtió repetidamente a todos sobre el peligro de la expansión de la guerra en la región.
La diplomacia libanesa llamó a la necesidad de implementar un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza como enfoque obligatorio para detener la escalada en Medio Oriente.
En este punto, enfatizó en la necesidad de alcanzar una solución política basada en el establecimiento del Estado palestino con Jerusalén Este como su capital, de acuerdo con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.
Los ataques aéreos norteamericanos comenzaron en la medianoche del viernes y la madrugada del sábado y duraron aproximadamente 40 minutos, centrándose en la provincia de Deir Ezzor dentro de las fronteras sirias y Al-Qaim en territorio iraquí.
El gobierno de Iraq denunció al menos 16 muertos y 25 heridos tras los bombardeos y describió como mentira la declaración de Washington sobre el aviso a las autoridades nacionales de los ataques.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Siria también reportó varios fallecidos y lesionados como consecuencia de la ofensiva estadounidense, sin precisar números exactos.
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