De esa cifra, 22 fueron viviendas habitadas, dos deshabitadas y 16 instalaciones agrícolas, señaló la institución de la Organización para la Liberación de Palestina en un informe sobre el tema.
Las demoliciones se concentraron en las gobernaciones cisjordanas de Hebrón y Belén, Jerusalén y Qalqilya, señaló.
En su informe anual sobre la zona ocupada de Jerusalén, el gobierno palestino denunció que en 2023 se demolieron 316 estructuras y se emitieron órdenes para otras 263 en la urbe.
En esos 12 meses, Israel aprobó 29 proyectos para la ampliación o construcción de nuevas colonias en la zona, pese al rechazo de la comunidad internacional y de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Recientemente, el investigador palestino Fakhri Abu Diab denunció que desde 1967 la vecina nación confiscó 25 kilómetros cuadrados de tierra en Jerusalén Este, 35 por ciento de su superficie total.
Unos 340 mil palestinos viven en esa área junto con 220 mil colonos, establecidos en 10 grandes asentamientos.
Desde esa fecha las autoridades israelíes confiscaron más de tres mil propiedades de los habitantes árabes y expulsaron a numerosos residentes con el objetivo de ubicar a más colonos, subrayó.
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