Según comunicó este martes la agencia de noticias Sputnik, a finales de enero pasado, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, informó del viaje de Grossi, para realizar consultas en el contexto del diálogo que el OIEA y Rusia mantienen sobre la seguridad en la planta nuclear de Zaporozhie.
Por su parte, el funcionario destacó que durante su estancia se realizará la cuarta inspección a la nuclear, y señaló que la presencia del personal del OIEA en la planta «no ha sido fácil» y que «las cuestiones de acceso son un desafío constante».
A su vez, subrayó que, entre el OIEA y los responsables rusos de la central nuclear de Zaporozhie «se mantiene el ‘status quo'» y las «relaciones son profesionalmente correctas».
La central nuclear de Zaporozhie, la mayor de Europa, se encuentra cerca de la ciudad de Energodar, cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de seis mil megavatios.
Rusia controla esa planta nuclear desde marzo de 2022. En octubre del mismo año, al mes siguiente de que la provincia de Zaporozhie se incorporó a la Federación de Rusia, la central nuclear pasó a ser su propiedad.
Los seis reactores de la planta están apagados para minimizar el riesgo de su exposición al conflicto armado en curso.
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