Francia cuenta con un saldo negativo de comercio exterior, que según algunos expertos se debe a la complejidad administrativa para las PYME a la hora de obtener ayudas para la exportación, por lo que el gobierno parece dispuesto a simplificar estos trámites, según anunció Le Maire.
El ministro vinculó estas futuras ayudas públicas a lo que denominó la “participación francesa”, un criterio que busca “incluir una parte de los bienes o servicios para los cuales el exportador haya realizado operaciones en Francia o se haya abastecido de proveedores ubicados en el territorio nacional”, precisó.
Durante su intervención señaló que “nuestra política de apoyo a las exportaciones es inseparable de nuestra política industrial” y aseguró que las garantías concedidas por el Estado “llegaron en 2023 a más de 20 mil millones de euros, en beneficio de empresas de todos los tamaños”.
Las medidas encaminadas a simplificar la obtención de préstamos y de seguros de crédito a la exportación, buscan aumentar la cuota de las empresas exportadoras francesas y elevar el umbral de facturación social que permite distinguir los regímenes de apoyo a las pequeñas y las medianas empresas.
La conferencia tiene lugar un día antes de que se conozcan los datos oficiales del sector en 2023, y según los cálculos gubernamentales se espera que el déficit comercial quede en unos 100 mil millones de euros, tras el récord de 164 mil millones registrado en 2022.
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