“Atacar convoyes de ayuda humanitaria es una violación flagrante del derecho internacional humanitario”, escribió Albanese en su cuenta en X.
Esas agresiones socavan los desesperados esfuerzos de socorro y exacerban el sufrimiento humano, subrayó.
“En un momento en el que el riesgo de genocidio es tan flagrante, se deben tomar medidas urgentes. Contra Israel, no la ONU”, afirmó la funcionaria en medio de críticas occidentales contra el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio (Unwra).
Precisamente, el vehículo dañado es propiedad de la Unwra, bajo fuego tras la acusación del gobierno de Benjamin Netanyahu contra 12 de sus 13 mil empleados por presuntamente participar en la operación del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), el 7 de octubre último.
Tanto la Unwra como la ONU anunciaron una investigación inmediata, pero varios países occidentales, incluidos Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido, suspendieron el financiamiento a la agencia, aunque aún no se probaron las denuncias.
En los últimos días, tanto Netanyahu como sus socios en el poder atacaron verbalmente a esa institución, que desde hace décadas brinda servicios a millones de palestinos en los territorios ocupados, y en naciones vecinas como Siria, Líbano y Jordania.
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