Mientras, al interior del legislativo, se discute la iniciativa gubernamental que hasta el momento está lejos de tener respaldo mayoritario de los asambleístas.
En declaraciones a Prensa Latina, el miembro de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) Orlando Herrera denunció que el Gobierno está manipulando a la población al asegurar que el dinero es para la seguridad, pero el IVA es un impuesto regresivo -dijo- que afecta a todos mientras exoneran de impuestos a las grandes empresas.
Mientras tanto, Marcela Arellano, presidenta de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (CEOLS) manifestó que el incremento del IVA perjudicará sobre todo a la clase media, a las personas que tienen menos ingresos.
Que no cargue de las responsabilidades del país a la clase media, que paguen los impuestos las bananeras, las agroexportadoras, los bancos, reclamó Arellanos.
Legisladores de la Revolución Ciudadana, Pachakutik y el Partido Social Cristiano confirmaron que no apoyarán esa iniciativa, que según el Gobierno servirá para financiar los operativos contra el crimen organizado en el contexto del conflicto armado interno.
Si bien la mayoría coincide en la necesidad de enfrentar la crisis de seguridad, consideran viables otras alternativas diferentes a subir el IVA, un impuesto considerado regresivo.
El texto de la propuesta incluye otras tres ideas que sí podrían tener apoyo, entre ellas una contribución especial sobre las utilidades de los bancos y un incremento a cinco puntos del impuesto a la salida de divisas.
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