Al intervenir ante la Asamblea General, el embajador Yusnier Romero consideró primordial la defensa del multilateralismo y el derecho internacional, la diplomacia para la paz, el desarrollo y el respeto entre las naciones.
El también representante permanente adjunto cubano ante el foro coincidió con el titular de la ONU en la importancia vital del organismo en las actuales circunstancias.
El mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales precisa del estricto apego a la Carta de las Naciones Unidas, sus propósitos y principios, así como el respeto a los mandatos de los órganos de la ONU, dijo tras la presentación de las prioridades del Secretario General del organismo internacional para 2024.
Entre los temas urgentes a atender, el embajador cubano reconoció el actual conflicto en Gaza, que calificó como un genocidio contra el pueblo del enclave.
La crisis, subrayó, ha provocado la muerte de más de 26 mil 750 palestinos, casi el 70 por ciento de ellos mujeres y niños, y el mayor número de bajas del personal de las Naciones Unidas jamás registradas en un conflicto.
La forma en que las Naciones Unidas respondan a esta situación, pongan fin al genocidio contra Palestina, y exijan la rendición de cuentas a sus responsables, determinará en buena medida la legitimidad de la Organización, aseveró.
Al mismo tiempo, el diplomático instó a fortalecer el multilateralismo con la Asamblea General en el lugar que le corresponde, mientras el Consejo de Seguridad deja de usurpar sus funciones.
El representante advirtió además sobre la manipulación política en materia de derechos humanos y la necesidad de avanzar en la materialización del derecho al desarrollo.
“En este contexto, denunciamos una vez más, el criminal y genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba, con medidas sin precedentes impuestas por la Administración de Donald Trump, las cuales, en su mayor parte, se han mantenido en pie como una continuación de la política estadounidense de máxima presión”, rechazó.
Romero coincidió con el informe presentado por Guterres sobre el riesgo para los países en desarrollo de quedar atrás en la Agenda 2030, afectados por el hambre, la pobreza extrema, el impacto negativo del cambio climático y las consecuencias del actual orden económico y financiero internacional, profundamente injusto y excluyente.
El llamado a una reforma de la arquitectura financiera internacional debe dejar de ser una quimera y traducirse en acciones concretas, añadió el respecto.
Las Naciones Unidas tienen un rol que jugar en ese sentido y es por ello que agradecemos el ímpetu del Secretario General en lograr avances en este tema, recalcó.
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