El Ministerio de Asuntos Exteriores y Emigrantes denunció en un comunicado que la colonización judía en la Ribera Occidental es un intento de sabotear los esfuerzos para crear un Estado palestino.
También criticó los ataques y violaciones de las fuerzas de seguridad y los colonos israelíes contra la población civil palestina en esas áreas, así como la destrucción de bienes y el desplazamiento forzoso de personas.
Los castigos colectivos, la opresión y el abuso a nuestros compatriotas requieren una intervención internacional urgente para obligar a la potencia ocupante a poner fin a todas sus actividades coloniales, subrayó.
La Cancillería llamó al mundo a reconocer a un Estado palestino independiente y que apoyen su inclusión con miembro pleno de Naciones Unidas.
Este sería un comienzo necesario para el éxito de cualquier negociación futura que busque resolver el conflicto por medios políticos, indicó.
Según fuentes oficiales, más de 700 mil colonos israelíes viven en Cisjordania y Jerusalén Este en más de 270 asentamientos, que la comunidad internacional considera ilegales.
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