Los senadores pidieron a los parlamentos de Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda del Norte, Alemania, Francia y otros países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, (OTAN) que inmediatamente dejen de suministrar armas, municiones y equipo militar a Kiev.
Igualmente, la declaración refiere que asuman la responsabilidad directa de sus países en la muerte de civiles como consecuencia de los ataques de formaciones armadas ucranianas contra la infraestructura civil de la Federación de Rusia y que tomen medidas inmediatas al respecto.
Por su parte, el vicepresidente del Consejo de la Federación, Konstantín Kosachov, destacó que esta declaración se enviará directamente a todos los parlamentos de los países mencionados y las integraciones en las que están representados estos Legislativos.
Los senadores de Rusia expresan que, si los países occidentales continúan suministrando armas a Ucrania, se convierten «en cómplices directos de los crímenes del gobierno de Kiev, responsable de la muerte» de mujeres y niños y de cometer «graves violaciones del derecho internacional».
Los parlamentarios señalan en el documento que los ataques lanzados el 30 de diciembre de 2023 contra Bélgorod y el 21 de enero de 2024 contra Donetsk fueron particularmente cínicos y crueles.
Como consecuencia, estos bombardeos causaron la muerte de más de 50 personas y dejaron a más de 130 heridos. Además, el 3 de febrero, las Fuerzas Armadas de Ucrania atacaron zonas residenciales e instalaciones de infraestructura civil en Lisichansk y mataron a 28 habitantes, incluido un niño.
Según la declaración, para cometer estas y otras «sangrientas atrocidades», las formaciones armadas de Ucrania utilizaron sistemas de lanzacohetes múltiples HIMARS de producción estadounidense, misiles crucero británico-franceses Storm Shadow/SCALP y proyectiles de uranio empobrecido.
También emplearon minas AT2 de Alemania y HPD F2 de Francia, sistemas checos Vampire y otras piezas de material bélico de origen occidental.
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