Las salidas y las entradas del gabinete no generan la expectativa de hace un mes, cuando a raíz del nombramiento de Attal conservaron sus puestos los pesos pesados Bruno Le Maire (Economía), Gérald Darmanin (Interior) y Sébastien Lecornu (Defensa) y sorprendieron las nominaciones de Stéphane Séjourné (Canciller) y Rachida Dati (Cultura).
En esta ocasión, el protagonismo se lo roba François Bayrou, el presidente del Movimiento Demócrata (Modem), partido aliado del oficialismo, quien descartó ser parte del gobierno por desacuerdos, generando una suerte de crisis.
Tras resultar absuelto en un proceso legal, se daba por hecho de que Bayrou recibiría una cartera, pero el político de 72 años criticó al ejecutivo, al que no consideró en sintonía con el resto del país.
Para el partido gobernante Renacimiento, Modem representa un aliado clave en la Asamblea Nacional, en la cual las huestes de Macron perdieron la mayoría absoluta en las legislativas de junio del 2022.
Según medios de prensa, como la cadena BFM TV, varios integrantes del actual gabinete no seguirán en el mismo, entre ellos Carole Grandjean (Enseñanza y Formación Profesional), Olivier Becht (Comercio Exterior), Laurence Boone (Asuntos Europeos) y Agnès Firmin-Le Bodo (Salud).
También otorgan pocas probabilidades de mantenerse en su cargo a la ministra de Educación y Deportes, Amélie Oudéa-Castera, rodeada de polémica desde su nombramiento hace un mes.
ro/wmr