Su reclamo coincide con las principales voces del organismo y la mayoría de la comunidad internacional mientras la escalada de Israel mantiene a la población del enclave hacinada y en una dramática situación humanitaria.
«Las repetidas hostilidades sangrientas y décadas de tensiones y ocupación no han logrado proporcionar un Estado para los palestinos ni seguridad para los israelíes», reconoció la víspera el máximo responsable de la ONU al presentar ante la prensa sus prioridades para 2024.
El diplomático calificó a la paz como el hilo conductor para enfrentar amenazas como la emergencia climática, los peligros que plantea la inteligencia artificial desenfrenada, la multiplicación de conflictos y las divisiones geopolíticas.
«En Medio Oriente y en todo el mundo, necesitamos paz en todos los sentidos», insistió al reconocer que el mundo no puede permitirse el lujo de esperar.
El titular de Naciones Unidas advirtió en particular sobre los informes que aseguran que el ejército israelí pretende centrarse a continuación en Rafah, donde permanece la mitad de la población de la Franja.
“Todo esto subraya la necesidad de respetar plenamente el derecho internacional humanitario, incluida la protección de los civiles y la garantía de que se satisfagan sus necesidades esenciales”, recordó.
Guterres ratificó su condena a “los horribles ataques de Hamás” pero rechazó las continuas violaciones del derecho internacional humanitario en Gaza.
El titular de la ONU calificó la guerra en el enclave como una de las principales amenazas para la paz mundial mientras la situación de los civiles empora y las operaciones humanitarias enfrentan denegaciones de acceso, retrasos, impedimentos y múltiples peligros, incluido el fuego real.
Además de la muerte y la destrucción causadas por la ofensiva militar, el hambre y las enfermedades están azotando a los palestinos, dijo al confirmar que apenas 10 de los 61 convoyes de ayuda previstos hacia el norte de la Franja llegaron a su destino en enero.
A la par, otras fuentes apuntan a una probable pausa humanitaria negociada por Estados Unidos, Egipto y Qatar.
En recientes declaraciones el subsecretario de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, saludó los indicios de un “posible avance” para conseguir un alto al fuego en la Franja y la liberación de los rehenes restantes.
Griffiths confirmó la posibilidad de “un largo período de pausa (en los combates) para permitir la salida de los rehenes y de los prisioneros palestinos”.
Tras esto podría venir otra etapa de calma que podría conducir al fin de la guerra iniciada el 7 de octubre último, añadió el también coordinador de emergencia de Naciones Unidas a los periodistas en Ginebra.
Sin embargo, a juicio del coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, un acuerdo para un alto al fuego duradero resultará “increíblemente difícil establecer”.
Durante una sesión informativa a la prensa reunida en Nueva York esta semana, Wennesland abogó por la vía política para resolver la crisis al tiempo que alertó que los eventuales acuerdos no serán “una solución rápida en absoluto”.
“¿Cómo podemos pasar de donde estamos en medio de una pesadilla humanitaria y una Cisjordania totalmente conflictiva a un rumbo diferente? Debemos establecer ese rumbo no por medios humanitarios sino por la política”, advirtió.
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