La Presidencia palestina expresó en un comunicado su enérgico rechazo a las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien llamó al Ejército a preparar un plan de invasión contra Rafah y a trasladar a las personas allí desplazadas.
La evacuación de ciudadanos palestinos constituye una amenaza real y un preludio peligroso para la implementación de la política israelí destinada a expulsar a nuestro pueblo de sus tierras, subrayó.
Responsabilizamos al gobierno de Netanyahu por las repercusiones de ese plan, advirtió.
Ante esa situación, llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a asumir sus deberes porque “otra catástrofe empujará a toda la región a guerras interminables”.
En similares términos se expresó el primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, quien instó a Estados Unidos, a la Unión Europea, y a Naciones Unidas a intervenir de forma inmediata para detener a Israel.
El dirigente destacó que en un área de apenas 63 kilómetros cuadrados están hacinados 1,4 millones de palestinos.
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