Ante los disturbios ocasionados por la barra brava del Cacique en el entretiempo del partido, se ordenó a los contendientes permanecer en sus camerinos hasta tanto las condiciones permitieran reanudar el compromiso.
Sin embargo, Colo Colo desobedeció la medida y sin autorización saltó a la gramilla, lo cual encendió aún más los ánimos de sus exaltados seguidores.
El juego fue suspendido definitivamente al minuto 78, cuando la violencia ya era incontrolable, con daños cuantiosos a las instalaciones recién remozadas del Estadio Nacional, considerado un símbolo en este país.
También se conoció este martes que el Cuerpo de Carabineros sugirió a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) y a las autoridades deportivas del país posponer el choque, pero éstas insistieron en celebrarlo.
La policía señaló que tras la emergencia por los incendios en Valparaíso y los funerales del expresidente Sebastián Piñera, no contaba con todo el personal disponible para garantizar la seguridad en el recinto.
Incluso, señalaron que hicieron ver a la Delegación Presidencial, dirigida por Constanza Martínez, que Santiago 2023 no había hecho entrega de la totalidad del Parque Estadio Nacional, al menos no todas las cámaras de seguridad funcionaban y faltaba un proceso de certificación.
La ANFP anunció que los minutos restantes del juego, suspendido cuando Colo Colo ganaba 2-0 a Huachipato, serán disputados en una cancha aún por determinar y sin la presencia de público.
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