En un Parque de los Príncipes repleto en sus casi 50 mil butacas, los visitantes vascos dieron espectáculo en la primera mitad, pero en la segunda despertó el genio de Bondy, autor del gol de la ventaja en el minuto 58 tras un tiro de esquina y la peinada de Marquinhos.
La diana de “Kiki”, la cuarta en la Champions y la 31 en la temporada, cambió la suerte del partido de ida de los octavos, y poco después el francés de 25 años, a quien la mayoría ve vestido de merengue en el verano, estrelló el balón en el larguero.
Desaparecido en la cancha hasta ese momento, el prometedor delantero Bradley Barcola puso en el 70 el 2-0 en la pizarra para el delirio de los aficionados en la agradable noche parisina, un resultado que pudiera considerarse decisivo, para una Real Sociedad que suma cinco juegos sin anotar en todas las competencias.
Los dirigidos por Luis Enrique visitarán el 5 de marzo el Estadio Municipal de Anoeta con la mira en sentenciar la eliminatoria y garantizar que el PSG supere los octavos, después de dos Ligas de Campeones sin lograrlo.
Para la Real Sociedad se trata de un duelo histórico, ya que apenas vive por segunda vez la fase de matar o morir en el principal certamen de la UEFA a nivel de clubes.
En el otro partido de los octavos en la jornada, la Lazio sorprendió 1-0 de local al Bayern de Múnich, gracias a un gol de penalti del veterano Ciro Immobile.
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