En el centenario de la bella instalación, nada mejor que incorporar a su colección un cuadro poco conocido de Francisco de Goya (1746-1828), de alguna forma inspirado en el de Miguel Angel que permanece en la Basílica de San Pedro en Roma.
Con un solo antecedente de haber sido mostrada al público en 2015, la obra del pintor de Fuentetodos, Zaragoza, ya tiene casa propia en el Museo del Romanticismo.
Concebida en el siglo XVIII, entre 1772 y 1774, tras concluir estudios en Italia, La Piedad de Goya se inspiró en grabados o referencias del propio Miguel Angel, y de Carlo Maratti y Annibale Carracci.
“Es un privilegio y un honor acoger dos obras de Goya en nuestra casa, San Gregorio Magno, Papa, y ahora La Piedad, en especial porque es considerado como el romántico quizá más glorioso y original”, comentó Carolina Miguel Arroyo, directora del Museo Nacional del Romanticismo.
Un esfuerzo del Ministerio de Cultura para potenciar nuestras colecciones y permitir el acceso al público desde un centro del Estado, acotó.
La Piedad permitirá apreciar su imaginario diálogo con el monumental lienzo de Goya San Gregorio Magno, Papa, ya como parte de la exposición permanente, tras concluir el 19 de mayo su estreno en el Museo del Romanticismo.
Entre las curiosidades en torno al cuadro, se dio a conocer en 2011 en un estudio de Arturo Ansón Navarro y fue sometido a diversos estudios técnicos en el Museo Nacional del Prado en 2013.
Tiene un pequeño formato (83,5 x 58 centímetros), conserva la tela y el bastidor originales y se estima que podría haber sido concebida para la devoción doméstica y encargada por algún miembro de la Iglesia o de la burguesía zaragozana del último tercio del siglo XVIII.
La maja desnuda (1790-1800) y La maja vestida (1800-1808), dos de las pinturas más famosas de Goya, se encuentran en el Museo del Prado de Madrid.
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