El anuncio no debe servir como una desviación de la situación en Gaza, afirmó la experta en un comunicado que recuerda las continuas negativas del Tel Aviv para las visitas de quienes desempeñan ese cargo.
“Israel afirma que la prohibición se debe a mis comentarios sobre el contexto en el que tuvieron lugar los ataques de Hamás el 7 de octubre. Mis comentarios surgieron de la descripción que hizo el presidente francés de los ataques como ‘la mayor masacre antisemita de nuestro siglo’”, dijo.
La experta reiteró su condena “enérgica y sistemática” a lo que calificó como atroces crímenes de guerra.
“Sigo expresando mi dolor y solidaridad con las víctimas, incluidos los rehenes que aún están cautivos, y con las comunidades judías de todo el mundo. También pido responsabilidad por estos crímenes”.
No obstante, Albanese coincidió con el secretario general de la ONU, António Guterres, al reconocer “que los ataques de Hamás no ocurrieron en el vacío».
El pueblo palestino ha sido sometido a 56 años de ocupación asfixiante, remarcó.
La relatora citó argumentos académicos que consideran que apelar a la memoria del Holocausto oscurece la comprensión del antisemitismo que enfrentan los judíos en la actualidad y tergiversa peligrosamente las causas de la violencia en el conflicto.
“Si bien el antisemitismo podría haber desempeñado un papel en los ataques a nivel individual para algunos, sus principales determinantes se encuentran en otros lugares”, señaló.
Los 56 años de ocupación asfixiante a los que se refiere el secretario general son el contexto mismo que alimenta el odio y la violencia que ponen en peligro tanto a israelíes como a palestinos, agregó la relatora.
“Este contexto queda oscurecido por la formulación del 7 de octubre como impulsado principalmente por el antisemitismo”, dijo.
La experta independiente confirmó que ha tratado de establecer relaciones formales con Israel desde los primeros días de su mandato, pero ese Gobierno ha respondido con hostilidad y calumnias.
Al respecto, recordó que, como estado miembro de la ONU, Israel está obligado a respetar el derecho internacional y defender los valores de la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Carta del organismo.
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