“Incluso la época de la Guerra Fría fue, en cierto modo, menos peligrosa”, advirtió el máximo responsable de Naciones Unidas al intervenir durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
El alto representante alertó del peligro nuclear aún latente así como otras dos amenazas con dimensiones existenciales: la crisis climática y los riesgos de una Inteligencia Artificial descontrolada.
En ese sentido, reconoció la falta de medidas efectivas para responder a ninguno de esos desafíos.
“La multipolaridad ha creado importantes oportunidades para el equilibrio y la justicia, y para un nuevo liderazgo en el escenario global; pero la transición a la multipolaridad sin instituciones globales fuertes puede crear caos”, dijo.
Al mismo tiempo, Guterres lamentó que se prioricen las ganancias relativas a través de la competencia entre países sobre las ganancias absolutas para todos a través de la cooperación mientras las crisis se multiplican, vinculadas a la rivalidad y la impunidad.
Un orden global que funcione para todos debe abordar estas brechas y brindar soluciones, reconoció.
El titular de la ONU insistió en sus llamados a un cese al fuego en Gaza e impulsar una solución de dos estados, al reconocer que el actual contexto es una muestra atroz del estancamiento en las relaciones globales.
“Rafah está en el centro de toda la operación de ayuda humanitaria. Una ofensiva total sobre la ciudad sería devastadora para los 1,5 millones de civiles palestinos que ya están al borde de la supervivencia”, remarcó.
A juicio del secretario general, la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y un alto el fuego humanitario es la única manera de aumentar masivamente la entrega de ayuda en Gaza y debe ser la base de pasos concretos e irreversibles hacia una solución de dos Estados.
“Necesitamos paz con justicia”, aseveró el diplomático portugués al reconocer que la gobernanza global en su forma actual está afianzando las divisiones y alimentando el descontento.
Como respuesta llamó a trabajar desde la justicia, con renovada urgencia y solidaridad.
“Siempre existe la oportunidad de crear un orden global más inclusivo, integral y eficaz que funcione para todos y se base en el derecho internacional. Un mundo más seguro –y un pastel más grande– para todos”, señaló.
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