Según la Presidencia anfitriona y la prensa, el pacto abarcaría áreas como la formación de tropas ucranianas, el suministro a Kiev de armamento moderno y el refuerzo de su industria militar, y sería un instrumento “interoperable” con los suscritos con la OTAN.
Francia ha enviado a Ucrania cañones autopropulsados Caesar, obuses, bombas guiadas, misiles, radares y blindados ligeros, pese a las advertencias de Moscú de que la conducta de occidente solo aleja el fin de la guerra, próxima a cumplir dos años (24 de febrero).
El Elíseo adelantó que Macron y Zelensky discutirán sobre la situación en el frente, las necesidades militares de Kiev y la adhesión a la Unión Europea.
Esta semana, sesionó en París la reunión de cancilleres bajo el Triángulo de Weimar (Alemania, Francia y Polonia), encuentro en el que los participantes reflejaron en la declaración final que “El futuro de Ucrania es en el seno de la OTAN”, una frase polémica.
De acuerdo con el presidente Vladimir Putin, el ingreso de Kiev a la organización amenazaría la seguridad de Rusia, no haría a su vecino un país más seguro y generaría un mundo más vulnerable ante las tensiones.
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