El borrador, presentado por Argelia y circulado extraoficialmente entre la prensa, insiste en la necesidad de cumplir con el derecho internacional, en particular la protección de civiles, y rechaza el desplazamiento forzoso dentro del enclave.
Al mismo tiempo, pide la liberación de los rehenes en manos de Hamas desde el pasado 7 de octubre.
A pesar de los elevados pronunciamientos para evitar una operación terrestre de Israel en Rafah, la embajadora norteamericana ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, aseguró que el texto podría poner en peligro «negociaciones delicadas» sobre los rehenes.
Un comunicado publicado por la misión estadounidense confirmó el fin de semana que la propuesta de Argelia quedaría desestimada como ocurrió con dos proyectos similares para el cese al fuego, que hicieron aguas en el Consejo de Seguridad a finales de 2023.
Estados Unidos –uno de los cinco miembros permanentes del órgano junto a China, Rusia, Reino Unido y Francia- vetó anteriormente todas las iniciativas para cesar las hostilidades.
El Consejo de Seguridad, cuyas resoluciones son vinculantes, no logró hasta el momento emitir una declaración conjunta para pedir el alto al fuego, a pesar de las reiteradas peticiones del máximo responsable de Naciones Unidas, António Guterres.
“Lo que al secretario general le gustaría ver, en primer lugar, sobre el terreno es un alto el fuego humanitario, la liberación inmediata de todos los rehenes y un mayor acceso humanitario”, insistió este lunes el portavoz del alto representante, Stéphane Dujarric.
Le gustaría que el Consejo de Seguridad hablara con una sola voz sobre esta cuestión, que ha sido un desafío, agregó.
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