De acuerdo con reportes de prensa, las incursiones de la aviación israelí tenían como objetivo plantas y fabricas civiles sin ninguna actividad militar en la zona.
Las agresiones provocaron pánico en la región, ya que los ecos del bombardeo llegaron a la urbe de Saida; mientras, Tel Aviv afirmó que su objetivo era la infraestructura de la Resistencia libanesa (Hizbulah).
El ataque israelí ocurrió a más de 50 kilómetros de la frontera libanesa con Israel, en medio de su persistente hostilidad contra localidades del sur del país levantino.
Según el canal panárabe Al Mayadeen, la artillería israelí bombardeó además la aldea de Mays al-Jabal y varios proyectiles impactaron en una escuela en el área.
Las fuerzas de Tel Aviv atacaron con misiles las afueras de la ciudad de Marwahin, así como las zonas de Bustan, Yaroun y Al-Adaiseh.
Desde el inicio de hostilidad sionista, 269 personas fueron asesinadas en Líbano, incluidos 188 combatientes de la Resistencia y 40 civiles, entre ellos tres periodistas.
ro/yma