Decenas de libaneses marcharon por las calles de la ciudad para decir adiós a la pequeña de seis años y a Khadija Salman, ambas víctimas ayer de una agresión aérea israelí contra una casa en el sur del país.
Los cuerpos de los mártires, en ataúdes cubiertos con banderas de la Resistencia libanesa (Hizbulah) y del movimiento Amal, fueron llevados a su lugar de descanso final por familiares y amigos, en medio de la amenaza de los aviones de combate israelíes.
En redes sociales, dirigentes, políticos, diputados, líderes religiosos, comunicadores y otros usuarios compartieron sus condolencias por la muerte de la pequeña Amal al-Dorr y recordaron masacres israelíes pasadas, en particular la de Qana en 2006, en la que al menos 27 niños murieron mientras dormían.
Además del asesinato de Amal al-Dorr, otros siete menores libaneses murieron debido a los constantes bombardeos israelíes desde el 8 de octubre.
El 5 de noviembre pasado, Rimas, Taline y Layan Shour fallecieron en un ataque con dron contra un auto en la zona de Ainata; mientras Hussein y Amir Mohsen y Ghadeer Tarhini y Mahmoud Amer perdieron la vida como consecuencia de la agresión a las localidades de Al-Sawanah y Nabatieh el 14 de este mes.
A propósito, la Resistencia libanesa apuntó a asentamientos, cuarteles, bases y soldados israelíes, en respuesta a los ataques contra aldeas y viviendas civiles, así como en solidaridad con Gaza y los combatientes palestinos.
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