A través de su oficina de prensa, la institución denunció la muerte de dos paramédicos de la Defensa Civil, así como la destrucción de un gran número de ambulancias y afectaciones en el centro.
El Ministerio recordó que este ataque a una instalación de salud no militar no es el primero de este tipo desde el comienzo de la agresión israelí al sur del país.
Al respecto, enfatizó que el bombardeo repetido contra más de un centro de salud en Líbano constituye una violación de las normas y del derecho internacional, en especial la Convención de Ginebra que prevé la protección, el respeto y la seguridad de los trabajadores sanitarios durante los conflictos armados.
También reclamó exigir responsabilidades a los perpetradores y garantizar la protección total de los equipos médicos que se esfuerzan por salvar vidas en circunstancias extremadamente difíciles.
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