El mandatario asistió a la inauguración del monumento a los primeros obreros de ese país europeo que llegaron al istmo para edificar la vía interoceánica, hace 118 años.
“España está en la raíz más profunda de la América hispana; estamos unidos por lazos históricos, culturales y lingüísticos y para algunos de nosotros, existe también una conexión mucho más reciente», indicó el mandatario, de padre y abuelo español.
El jefe del Ejecutivo destacó que es un privilegio unirse a este homenaje con el cual la Fundación Nosa Terra perpetúa la memoria histórica de estos trabajadores en reconocimiento a su contribución en la construcción de la megaobra, símbolo de Panamá en el mundo entero.
Según trascendió, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Obras Públicas autorizó la ubicación del monumento en honor a los gallegos en la Calzada de Amador, para que puede ser apreciado por los turistas.
La Fundación Nosa Terra nació con el propósito de rendir homenaje a los más de ocho mil gallegos que participaron en la construcción de una de las grandes obras de la ingeniería mundial del siglo XX, que interconecta a los océanos Atlántico y Pacífico y luego se asentaron en el istmo para fundar familias.
En la velada, Ricardo Gago, presidente de la fundación, explicó que la idea de erigir este monumento es el resultado de la compilación de datos sobre los gallegos que participaron en esta obra y se destacaron por su capacidad de trabajo.
El monumento consiste en una plazoleta en la que se aprecia a cuatro trabajadores, debidamente identificados con sus nombres, lugar de procedencia y fecha en que llegaron a Panamá.
Datos de la Comisión del Canal indican que los españoles reclutados para este proyecto mayoritariamente trabajaron como operarios en las vías férreas y, sobre todo, como obreros de pico y pala.
El canal de Panamá, inaugurado el 15 de agosto de 1914, atraviesa la zona más estrecha del istmo, 82 kilómetros, y es el punto focal del transporte asociado al 6,0 por ciento del comercio mundial, sirve a 180 rutas marítimas que conectan mil 920 puertos en 170 países.
El 31 de diciembre de 1999, Panamá asumió el control total y administración de las operaciones sobre la vía interoceánica, hasta entonces en manos de Estados Unidos, gracias a los Tratados Torrijos-Carter, suscritos en septiembre de 1977.
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