Al intervenir durante la instalación del 55 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el máximo responsable del organismo advirtió que muchas comunidades están desgarradas por la retórica violenta, la discriminación y el discurso de odio.
El alto representante reconoció el precio terrible de la propagación de conflictos a medida que las partes en guerra pisotean los derechos humanos y el derecho humanitario.
A esto se suma los obstáculos contra la información, los más pobres y la naturaleza, todas con un elemento en común: son una guerra contra los derechos humanos fundamentales, dijo.
En todos los casos, agregó el titular de la ONU, el camino hacia la paz comienza con el pleno respeto de todos los derechos humanos –civiles, culturales, económicos, políticos y sociales– y sin dobles raseros.
Guterres insistió en la llegada de una nueva era de multipolaridad con nuevas oportunidades de liderazgo y justicia en el escenario internacional.
No obstante, alertó que la multipolaridad sin instituciones fuertes resulta una receta para el caos con el aumento de las tensiones derivadas de la competencia entre potencias.
Las partes en conflicto están haciendo la vista gorda ante el derecho internacional, los Convenios de Ginebra e incluso la Carta de las Naciones Unidas, añadió el secretario general al mencionar las hostilidades en curso en Gaza, Sudán, Ucrania o Myanmar.
Ese escenario demanda de una reforma seria de “su composición y métodos de trabajo” en el Consejo de Seguridad de la ONU, aseveró.
Al abordar la crisis en los territorios palestinos ocupados, el diplomático portugués recordó sus esfuerzos sin resultados por conseguir una resolución para un cese al fuego dentro del órgano supremo para la seguridad del planeta.
“Invoqué el Artículo 99 por primera vez en mi mandato, para ejercer la mayor presión posible sobre el Consejo para que haga todo lo que esté a su alcance para poner fin al derramamiento de sangre en Gaza e impedir una escalada. Pero no fue suficiente”, lamentó.
Decenas de miles de civiles, entre ellos mujeres y niños, han sido asesinados en Gaza mientras el derecho internacional humanitario sigue bajo ataque, dijo.
Guterres reiteró sus preocupaciones por el aumento de la violencia y las violaciones de derechos humanos relacionadas con los conflictos al tiempo que recordó que todas las partes deben distinguir entre civiles y combatientes en todo momento.
El alto representante recordó que las leyes internacionales prohiben los ataques contra civiles o infraestructuras protegidas, incluidas escuelas y hospitales; el desplazamiento forzado; la toma y retención de rehenes y el uso de civiles como escudos humanos, entre otras.
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