A través de su cuenta oficial en Twitter, el mandatario escribió: ‘Con ese dolor cargamos cuando se empeñan en mancillar la historia, incluyendo a nuestro país en la infame lista de patrocinadores del terrorismo’, elaborada por Washington.
En otro mensaje en esa plataforma, el jefe de Estado señaló que la isla nunca olvidará ‘el abominable Crimen de Barbados’, cuando estalló en 1976 en pleno vuelo una nave de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo tras un atentado con explosivos.
La agresión fue orquestada por los connotados terroristas Luis Posada Carriles (1928-2018) y Orlando Bosch (1926-2011), al servicio de la Agencia Central de Inteligencia, quienes murieron tranquilamente, bajo el amparo de las administraciones republicanas y demócratas de la nación norteña, remarcó Díaz-Canel.
De acuerdo con la Demanda del pueblo de Cuba al Gobierno de Estados Unidos por daños humanos, presentada en La Habana el 31 de mayo de 1999, el terrorismo ha sido un instrumento permanente de la política exterior de la Casa Blanca contra el país caribeño.
En ese contexto, la ínsula se convirtió en diana de sabotajes, guerra biológica, ataques piratas contra instalaciones costeras, naves mercantes y embarcaciones pesqueras; además de atentados a oficinas y personal cubano en el exterior, incluidas sedes diplomáticas y aviones.
Según el escritor y exagente de la seguridad del Estado Raúl Antonio Capote, Cuba es el país que más agresiones terroristas ha recibido durante más tiempo, los cuales costaron la vida a tres mil 478 personas e incapacitaron a dos mil 99.
La conmemoración del Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado establece que cada 6 de octubre la bandera cubana se ice a media asta, ya sea en las entidades civiles e instituciones militares, o en misiones diplomáticas y consulares cubanas en el exterior.
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