A través de su cuenta oficial en Twitter, la subdirectora general para Estados Unidos de la cancillería aquí, Johana Tablada, destacó que la administración norteña ‘debe explicar por qué mantiene a un país no terrorista en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo’.
La funcionaria acotó que con esa actitud los actuales gobernantes conservan por razones políticas la mentira del expresidente Donald Trump (2017-2021) y su secretario de Estado, Mike Pompeo, quienes decidieron la incorporación de la nación caribeña a ese listado.
Además, Tablada rememoró la agresión a la embajada de La Habana en Washington, que fue acribillada a balazos el 30 de abril de 2020, sin un pronunciamiento de la Casa Blanca al respecto.
La isla conmemoró hoy el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado, en recordación a los 73 fallecidos el 6 de octubre de 1976, cuando estalló en pleno vuelo una nave de Cubana de Aviación.
Quienes orquestaron el siniestro, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, pasaron sus últimos años con la protección del Gobierno estadounidense, en libertad.
Cuba figura desde enero de este año entre los países patrocinadores del terrorismo según Washington, una de las últimas decisiones de Trump antes de abandonar la Casa Blanca, y engrosa la relación de presuntos países que no cooperan plenamente en la lucha contra ese flagelo.
Según expertos, la nación norteña utiliza de manera coercitiva estas listas para castigar a otros Estados.
De acuerdo con la Demanda del pueblo de Cuba al Gobierno de Estados Unidos por daños humanos, presentada en La Habana el 31 de mayo de 1999, el terrorismo ha sido un instrumento permanente de la política exterior de Washington contra el país caribeño.
En ese contexto, el territorio fue diana de guerra biológica, sabotajes contra hoteles, tiendas, oficinas, personal cubano en el exterior, además de ataques contra instalaciones costeras, naves mercantes y embarcaciones pesqueras, que provocaron la muerte de tres mil 478 personas e incapacitaron a dos mil 99.
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