Según el reporte, el viernes, la Patrulla de Frontera detuvo a 624 personas que arribaron a bordo de 23 botes, mientras que el sábado fueron interceptados otros 17 barcos pequeños con 491 migrantes a bordo.
Las autoridades galas informaron, por su parte, de la detención de 414 personas en las playas del norte de Francia antes de atravesar los 33 kilómetros que separan al sur de Inglaterra del continente europeo.
De acuerdo con la cadena BBC, más de 18 mil migrantes llegaron al Reino Unido por esa vía en lo que va de año, comparado con los ocho mil 460 que lo hicieron en 2020.
En julio pasado, el Gobierno británico ofreció a Francia 54,2 millones de libras esterlinas (unos 74 millones de dólares) para ayudarle a sufragar los gastos por incrementar el patrullaje y los sistemas de vigilancia en las playas del norte del país.
Según la prensa local, el ministro francés del Interior, Gerald Darmanin, aseguró la víspera que su país no había recibido ni un solo euro de la ayuda prometida por Londres.
Ante la avalancha de migrantes, el Reino Unido se prepara para reforzar su política migratoria con nuevas leyes que contemplan aumentar de seis meses a cuatro años la pena de prisión para quienes que traten de entrar ilegalmente al país.
Las personas que ayuden o cobren por traerlos clandestinamente podrían ser condenados a cadena perpetua en lugar de los 14 años de cárcel establecidos actualmente en el código penal.
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