En la sesión, los parlamentarios evaluarán una comunicación enviada por el presidente de la república, Guillermo Lasso, a la cual adjuntó el texto, sin ningún cambio.
La propuesta fue devuelta al ejecutivo por considerar que tenía varios problemas, los cuales recomendó subsanar.
Entre las observaciones realizadas por los asambleístas constan inconsistencias y sobreestimaciones en los supuestos macroeconómicos.
De acuerdo con la mayoría en el pleno, hay una subestimación en los ingresos, egresos, déficit y necesidades de financiamiento del Estado.
Al respecto, la Proforma Presupuestaria presenta un precio promedio del petróleo de 59,80 dólares por barril, por encima del valor promedio facturado por la petrolera estatal Petroecuador entre enero y agosto de este año.
Asimismo, consideran que las asignaciones para cubrir los atrasos a las universidades, al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, los gobiernos seccionales y a los jubilados no son suficientes y al mismo tiempo se sobrevaloran los subsidios a los combustibles.
Según coincidieron numerosos legisladores, los recursos designados para los sectores de educación y salud pública incumplen con el incremento anual del 0,5 por ciento del Producto Interno bruto anual y ambas propuestas presupuestarias fueron presentadas sin la aprobación previa del Plan Nacional de Desarrollo 2021-2024.
Las discrepancias entre la Asamblea Nacional y la administración del estado comenzaron a ahondarse a raíz de los proyectos presentados por el propio presidente, quien manifestó desacuerdo con la postura del legislativo de devolver los documentos y pedir transparentar las cifras de la recaudación tributaria y de gastos corrientes en varios sectores.
En el caso del Presupuesto 2021, los montos están ejecutados en su mayoría, porque solo restan tres meses para el cierre del año y durante los primeros meses (hasta mayo) fue el gobierno anterior el encargado de utilizar los fondos.
acl/scm
