Es la única solución para proteger vidas, dijo Babis en el Hospital Militar Central de Praga al recordar que unos 340 mil adultos mayores todavía no recibieron el inmunógeno.
En el nosocomio se encuentra desde la semana pasada el presidente Milos Zeman, ingresado tras el empeoramiento de su estado de salud achacado por los médicos a una enfermedad crónica que ya lo obligó a andar en silla de ruedas.
Se suponía que Babis recibiría la dosis de refuerzo antes de las elecciones legislativas del pasado fin de semana, de las que salió derrotado.
Igualmente, adelantó que autoridades del Ministerio del Interior anunciarán mañana diversas restricciones ante el empeoramiento de la situación por la pandemia. Desde el comienzo de esta, enfermaron aquí 1,7 millones de personas y, de ellas, murieron más de 30 mil 500.
Entre las medidas, el mandatario adelantó que la vigencia de las pruebas de PCR disminuirá de una semana a tres días, y las pruebas de antígenos, de tres a una jornada.
La jefa de la oficina de salud pública del país, Pavla Svrcinová, dijo que si la situación empeora se podría prohibir la entrada a los no vacunados a algunos eventos.
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