El incidente ocurrió en el Centro de Rehabilitación Social de Latacunga, en la provincia Cotopaxi, uno de los cuatro afectados por actos violentos recientes, que derivaron en la muerte de 80 reclusos tras enfrentamientos entre bandas con intereses de mantener el control de las prisiones de este país andino.
La reyerta fue confirmada por el comandante general de la Policía Nacional Patricio Carrillo, en su cuenta en la red social Twitter.
‘Esta mañana nuevo amotinamiento en Cotopaxi, deja 5 guías (agentes de prisiones) retenidos; coordinamos acciones de intervención’, afirmó Carrillo.
La nueva acción desde el interior de un penal contrasta con el reciente mensaje del presidente de la república, Lenín Moreno, en el cual hace alusión al restablecimiento de la tranquilidad en centros de reclusión, tras los hechos considerados la peor masacre en el sistema carcelario de esta nación andina.
‘Los operativos de control y seguridad han sido intensos en los centros de rehabilitación del país y se ha restablecido la calma. Ayer, las PPL de Turi entregaron sus armas. Continuaremos desmantelando las mafias en cárceles y en todo el territorio. áEcuador es un país de paz!’, escribió el mandatario, lo cual desató críticas en las redes sociales.
El pasado 23 de febrero, el país quedó consternado ante los amotinamientos ocurridos de manera casi simultánea en cuatro prisiones (dos de Guayas, una en Cotopaxi y otra en Azuay).
Imágenes muy violentas fueron difundidas a través de Internet de lo que acontecía en los penales, mientras las familias desesperadas agradaban afuera y pedían detalles de los heridos y fallecidos.
Según datos oficiales, al menos 80 reclusos fueron ultimados por armas blancas y de fuego, al tiempo que una veintena de personas, entre ellas algunos guardias, resultaron heridos.
Las autoridades lograron controlar la situación, y reubicar, sin inconvenientes a 230 reos, mientras que la víspera, reos de la cárcel El Turi, en Azuay, entregaron voluntariamente armas que tenían en la institución.
La ola de violencia registrada en los Centros de Rehabilitación Social desataron nuevas denuncias por las malas condiciones de infraestructura y poco personal con el que cuentan esa instalaciones en el país.
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