En un comunicado, el Ministerio iraní de Relaciones Exteriores de Irán advirtió sobre proyectos contrarios al mundo musulmán para lo cual es necesaria la unión e integridad, a fin de evitar la violencia y el extremismo en nombre del islam.
Más de 60 personas murieron en tres explosiones consecutivas que golpearon el templo Bibi Fatima durante las oraciones del viernes, una de las más grandes tragedias en la sureña ciudad afgana.
El ataque de la víspera acaeció apenas una semana después de otro en el centro urbano de Kunduz que se atribuyó el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico con saldo de unos 150 muertos y veintena de heridos.
La nota de la cancillería iraní alude a criterios de analistas sobre conspiraciones de Estados Unidos para socavar el Gobierno del Talibán, cuyos combatientes expulsaron a los militares norteamericanos después de 20 años de ocupación.
En cualquier caso, dice el texto, se resalta la necesidad de extremar medidas para proteger a centros religiosos chiitas y sunitas de los grupos radicales que empañan la palabra sagrada del islam.
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