El mandatario rindió este sábado homenaje a las víctimas de la masacre cometida el 17 de octubre de 1961 por la policía parisina y en un comunicado calificó de inaceptable para la República lo ocurrido, pero solo mencionó al entonces jefe policial Maurice Papon, en alusión a las autoridades bajo las que se ejecutó la matanza.
Entrevistado por la cadena Franceinfo, el presidente de la asociación En nombre de la memoria, Mehdi Lallaoui, dijo sentirse decepcionado y opinó que el jefe de Estado debió ser categórico al señalar a los culpables del crimen.
Papon no fue el único responsable de las decenas o los cientos de asesinatos, esperábamos que se citara a la policía de París, al ministro del Interior y al primer ministro de la época o al presidente Charles De Gaulle por su papel en la ocultación de la tragedia, expuso el descendiente de una de las víctimas de las protestas.
Tales manifestaciones ocurrieron hace seis décadas contra la discriminación que enfrentaban los argelinos, en medio de la guerra de independencia en su país.
Por su parte, el secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel, exigió el establecimiento de los responsables políticos de un crimen de Estado y la creación de una comisión investigadora independiente para esclarecer los hechos.
El también diputado y candidato presidencial a los comicios del año próximo pidió que en esta capital se dedique un sitio a recordar lo sucedido en octubre de 1961.
Para el líder de la organización SOS-Racismo, Dominique Sopo, Macron mostró un avance en la postura oficial sobre la masacre, que es bienvenido, pero no habló del colonialismo y redujo la responsabilidad a Papon.
Papon no era un Estado dentro del Estado, había entonces un jefe de Gobierno y un jefe de Estado que decidían quién era el prefecto de la policía, y él siguió en el cargo hasta 1967, advirtió en diálogo con la agencia AFP.
El senador socialista Rachid Temal consideró de igual manera insuficiente la posición asumida por Macron este sábado, aunque reconoció que fue ‘un paso’.
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