Conocido aquí como Face Pay (su nombre en inglés), el mecanismo les permite a los pasajeros acceder a la red de trenes subterráneos a través de sus registros biométricos.
Según Liksutov, el sistema fue probado por pasajeros y empleados del Complejo de Transporte de Moscú desde principios de 2021 hasta su lanzamiento completo el pasado 15 de octubre. Aseguró que a las pocas horas más de 20 mil personas lo tenían instalado y lo estaban usando.
Para utilizar la nueva tecnología de pago, el usuario debe conectar la tarjeta de transporte o una tarjeta bancaria a la aplicación móvil del Metro y cargar su foto, la cual es registrada por los bancos informáticos.
Todos los datos están encriptados de forma segura: las cámaras en los torniquetes utilizan la clave biométrica, no la imagen de la cara u otros datos personales, explicó el vicealcalde en su blog en Internet.
Aclaró que en algunas estaciones menos iluminadas el sistema podría funcionar de manera más lenta, al igual que una cámara de teléfono inteligente que necesita más tiempo para reconocer a una persona en la oscuridad o en un lugar con poca luz.
La tecnología en vivo distingue entre una cara real y una foto, por lo que hace imposible el uso de imágenes fotográficas para pagar el viaje.
En el contexto de una amenaza epidemiológica, un método de pago completamente sin contacto es el más seguro, aunque las otras opciones se mantendrán, resaltó Liksutov.
Las autoridades de Transporte prevén que entre dos y tres años del 10 al 15 por ciento de los pasajeros utilizarán este servicio con regularidad.
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